¿Te ha pasado lo que a Borat?

Durante bastantes años he trabajado gestionando proyectos. Me encantan las fases de análisis y de diseño del proyecto y creo que se me dan bastante bien. Eso no quita para que, en ocasiones, surjan imprevisos que obliguen a realizar cambios o que se sustentara en ideas equivocadas y haya que rectificar. 

¿Qué ocurre en la vida?

En nuestra vida nos ocurre lo mismo. Vivimos en una situación concreta, hacemos un cambio esperando unas consecuencias específicas y los resultados no nos gustan. Eso nos obliga a rectificar. En las empresas, se suelen programar revisiones para comprobar si estamos siguiendo el plan equivocado o no.

Cuando se hace un proyecto de emprendimiento vital es similar. Ya sea un cambio profesional, un intento de mejora de la salud o una mejora en la satisfacción con nuestra vida personal, a veces, lo que planificamos no nos funciona.

Ejemplo

Me apunto en un grupo de teatro, que era la ilusión de toda mi vida, pero resulta que paso mucha vergüenza, no sintonizo con mis compañeros y el nivel que exigen es semiprofesional. Y yo lo hago solo para divertirme.

En este caso, tendré que rectificar y ver si busco otro grupo o si dejo el teatro. Es normal que lo que me gustaba a los 12 años ahora no me guste.

¿Y qué pinta Borat en todo esto?

Aunque puede que sea una situación exagerada, espero que sirva recuerdo. Pero borradlo cuanto antes de vuestra mente.

Seguramente a Borat le pareció que era una gran idea vestirse con este tanga bañador para ir a playa. Pensó: – ¡Quiero conocer gente, llamaré la atención y me verán como a  una persona modernita! ¡Voy a romper!

Es posible que tuviera algún aviso interno que le dijera que podía no ser una una buena idea, pero lo desoyó.

Al llegar a la playa, encontraría que la gente le miraba raro, que no se le acercaban  como esperaba y que su plan no era tan bueno.

Si Borat hubiera programado evaluaciones planificadas de cumplimiento de objetivos, probablemente se habría dado media vuelta y se habría cambiado de bañador.

De no hacerlo diría: -¡Que mala suerte! ¡Los planes siempre me salen mal!

Y se pasaría todo el día en la playa.

¿Y esto que tiene que ver con el emprendimiento vital?

En un proyecto de emprendimiento vital, se incluyen varias evaluaciones para revisar que lo planificado se va cumpliendo y que vamos en el camino adecuado.

Si intento montar una empresa y al cabo de lo 6 meses no tengo casi clientes, cuando yo planifiqué que tendría muchos, tal vez tendré que revisar por qué está ocurriendo eso.

Si quiero mejorar mi salud y en lugar de conseguir bajar la tensión arterial la tengo más alta, puede que algo no esté funcionando bien.

En resumen

Me encanta que los planes salgan bien y, por eso, tendré que rectificar en varias ocasiones lo planificado. Para ello, tendré que poner varios controles intermedios que aseguren que voy por el buen camino.

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