Una misma situación puede ser agradable o desagradable según el momento vital. Vamos a justificar esta frase con una experiencia real que le ha ocurrido a muchos directivos de Telefónica en el pasado.
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¿Cómo influye el momento?
Ya lo has visto, en algunos casos puede ser decisivo.
Si recuerdas la película «Aterriza como puedas», en medio de una catástrofe aeroportuaria puede que «Fue un mal día para dejar de fumar».
El momento lo pone más fácil o difícil, pero explica todo el resultado. Hubo jóvenes prometedores que les salió bien y directivos expertos que les salió mal. El momento sólo modula.
¿Y si nunca es el momento?
Probablemente, entonces, el momento es una excusa. Los cambios por defecto no son fáciles y cuesta decidirse. En esos casos más que de momento será un problema de indecisión, de no tener claras las cosas, por ejemplo.
Si ves que nunca llega el momento, es posible que sea ahora.
Más ejemplos de momentos
- No es igual hacerte una cicatriz llamativa en la cara con 60 años que con 16 años.
- Perder el trabajo a los 32 años o a los 55 años.
- Irte a vivir a un pueblo perdido con hijos adolescentes o cuando ya los has criado o son pequeños.
- Nacer ciego que perder la vista a los 30 años de un accidente de coche por ciudad.
- Que te surja el trabajo de tu vida en otro país cuando tus padres empiezan a envejecer y necesitan tu ayuda.
Para finalizar, una recomendación. No dejes que te ciegue las ganas de realizar un cambio. Comprueba antes si es el momento adecuado.
Hay veces, que por esperar, dos mes se gana una vida.