Enrique Ponce y el vapuleo social

Enrique Ponce es un torero muy reconocido en el mundo de la tauromaquia. Es una de las grandes figuras. Hasta hace poco estaba casado y convivía con Paloma Cuevas y con sus hijas. Salían en las revistas del corazón y, de cara al exterior, eran una familia perfecta.

Según la prensa, llevaban un tiempo separados de facto, pero era una información que no habían hecho pública. Desconozco si esto último es un dato cierto o inventado.

Este año, Enrique Ponce (48 años) se hace novio de una joven llamada Ana Soria (21 años) y decide hacer su vida en privado. Esta relación trasciende a la prensa y se convierte en noticia en multitud de medios, siendo una fuente inagotable de memes.

En unas declaraciones, Ponce afirma estar amargado por esta situación.

Hasta aquí los hechos ciertos, de poco interés para esta entrada pero que nos sirven para comprender cómo la presión social puede influirnos y por qué se produce.

Este escarnio en la plaza pública nos hace gracia, cierto es que algunos memes son muy buenos, pero es una persona que tiene una vida privada y el resto opinamos sobre ella sin pudor.

¿Es reprobable su comportamiento?

Si lo anterior es cierto (tenía un pacto con su esposa y estaban separados), no habría roto ningún compromiso salvo, probablemente, la discreción. Su pareja es mucho más joven, pero mayor de edad, y sale de vez en cuando con los amigos de ella, mostrando una estampa infrecuente, sobre todo una imagen en la que aparecen todos juntos. Digamos que, por edad, podrían ser sus hijos y lo normal no es salir ni con los hijos, ni con los amigos de los hijos.

Como resumen, no parece que haya roto ningún compromiso, ni ninguna ley.

¿Por qué sale en la prensa?

Es un comportamiento raro, distinto y no esperable de él. Por las expectativas que se tenían de él. Esto genera morbo y el morbo, audiencia. Se les veía como a la pareja ideal: ricos, famosos, guapos, educados… Se les podía llevar a una fiesta de gala y no desentonaban. En casa de Isabel Preysler no desentonaban.

El que se separe, no es una especial noticia. Pasa mucho y no siempre es noticia y la diferencia de edad es más infrecuente, pero hay múltiples casos en la vida pública. En la casa de Isabel Preysler tenemos varios ejemplos, desde Julio Iglesias con Miranda Rijnsburger, al fallecido Marqués de Griñón, cuya última esposa tenía 30 años menos. La diferencia entre Vargas Llosa e Isabel Preysler es de 15 años, algo menor.

Luego entre los famosos no es necesariamente infrecuente y tampoco entre los comunes.

¿Por qué se le critica?

Aquí empiezan las teorías no contrastadas, pero no dejemos que la verdad estropee una buena historia.

Hay varios colectivos que se han visto ofendidos por su comportamiento. Empecemos a citarlos.

  • Prensa del corazón tradicional. Era una pareja modelo a seguir y ha roto ese cuento de hadas. Da igual que estuviera rota, era un ejemplo de cómo debía ser la gente de bien y eso no se hace. Da igual lo que ocurría dentro del domicilio, pero fuera, daban buena imagen. La Reina de España es una profesional. Pase lo que pase dentro de casa, no cambia el gesto ni se le cae la sonrisa de la boca. Este podría ser un ejemplo de esta visión.
  • Antitaurinos. Muchas personas están en contra de su profesión y le consideran un torturador de animales. Por tanto, lo que le pase en otros ámbitos lo aprovechan para criticarle. «Hemos encontrado un punto débil en nuestro enemigo».
  • Diferencia de edad. Es un grupo difuso. Unos por rectitud, otros que tienen hijos y no se imaginan la situación, algunos porque se imaginan a si mismos y no se ven… No es muy concreta la definición, pero sí el elemento a criticar: la diferencia de edad.
  • Haters. Profesionales de la crítica, basan su satisfacción en el mal ajeno, en el «zasca» y en el troleo. Les da igual el tema, lo importantes es ridiculizar al otro.
  •  Los que pasábamos por ahí. Este grupo no tiene especial interés, pero realmente hay memes e imágenes curiosas y graciosas y lo consumen y lo comparten. Simplemente es gracioso pero el tema les da igual.

 La presión social puede ser muy fuerte

Esto ocurre en los colegios, en los trabajos, en las urbanizaciones, en los pueblos, en las familias, entre los amigos y, en general, en todo entorno en el que haya grupos.
Enrique Ponce, equivocado o no, ha decidido hacer un cambio de vida privada y todo el mundo opina (como si tuviera derecho) y algunos intentan influir.

En esta canción de Loquillo vemos como puede influir el entorno social.

¿Nos ocurre también al resto?

Pongamos algunos ejemplos de personas que se salen del camino establecido y reciben presión social.
  • Cuando te casas con una persona que proviene de un grupo social distinto.
  • Cuando decides no trabajar en la empresa familiar que lleva 5 generaciones funcionando.
  • Cuando decides no estudiar lo que se espera que estudies.
  • Cuando tienes unas ideas políticas distintas a las de tu familia y/o entorno.
  • Cuando decides no tener hijos, o tener muchos.
  • Cuando decides divorciarte de tu pareja y las familias se llevan muy bien.
  • Cuando cambias de trabajo por uno que te gusta más, aunque tenga menos seguridad.
  • Cuando decides cuidarte y hacer una vida más saludable, dejando de salir de noche.

¿Por cuidarte te critican?

Sí, tiene que ver con los cambios. Unos amigos de copas, que se quedan sin uno más para sus planes te criticarán. Pero incluso tu familia, si tienes que trastocar los productos que compras, o el tiempo que dedicas al ejercicio, también.
En resumen, todo cambio incluye críticas y presión social, pues
Todo sistema tiende a la estabilidad.

¿Qué podemos hacer ante la presión social?

  • Ser conscientes. Lo primero es escucharla. Aceptar que esta ocurre y que toda tiene una parte de razón.
  • Mecanismos. Después, comprender los mecanismos por los que surge. Algunos mejor intencionados y otros con ciertos intereses. Esto nos ayudará para filtrarla.
  • Reducir la exposición. Una cosa es informase y otra infoxicarse. Una vez sepamos que ocurre no hace falta dedicarle todo nuestro tiempo, pues ganarán un espacio excesivo en nuestros pensamientos.
  • Aceptar sus consecuencias. Puede que, a partir de ciertas decisiones personales haya gente que decide no hablarnos. Si eso puede ocurrir aceptémolo. No podemos agradar a todo el mundo.
  • Replantéate costes-beneficios. Hay cambios que pueden ser atractivos pero con unas consecuencias inasumibles. Es posible que este no sea el momento o que no fuera tan buena idea.
  • Romper. Otra opción es romper con tu mundo actual. Si no te permite llevar una vida plena y libre, puede ser el momento de construirte otro mundo, con otro entorno que comprenda tu modelo de vida. Siempre habrá otras oportunidades de reconciliarte con el actual en el futuro, una vez realizados los cambios.

Ladran, Sancho, luego cabalgamos

 Hay cambios vitales que tendrán necesariamente presión social y es señal de que los estamos afrontando.
La presión social hay que evaluarla antes decidir si hacemos el cambio, pues hay veces que no merece la pena el esfuerzo y en otros son costes a asumir.
Llevar la vida que tu quieres no siempre va a ser fácil y puedes encontrar oposición y, en este caso, puede ser un indicador de que vas en el camino. Recordemos que en cualquier caso hay que analizarla, pues puede que tengan razón y nos sirva para modificar y perfeccionar nuestro plan de cambio.

Resumen

  1.  Cualquier cambio o situación puede provocar la crítica y presión social.
  2. Esta puede ser tanto por la vida pública como privada.
  3. Esta puede venir de los que nos quieren o de los que nos odian o de los que pasaban por allí.
  4. El entorno tiende a permanecer estable y sin cambios.
  5. Puedes recibir críticas hasta por intentar hacer cambios para mejorar tu salud.
  6. La presión social es un elemento a tener en cuenta cuando se planifica un cambio y puede que sea tal que des marcha atrás porque no la soportas.
  7. A veces es un indicador de que vas por el buen camino.
  8. No hay que ignorar la presión social, sino hacer un tratamiento adecuado. Seguro que en parte del mensaje tienen razón. Aprovéchalo para mejorar tu plan de cambio.
  9. Hay veces que solo podrás cambiar tu vida según como quieres cambiando de entorno social que posteriormente, podrás recuperar.
  10. Un derecho básico es a equivocarse por uno mismo siempre que asumas las consecuencias. Si te quieren, permanecerán cerca de ti.
 

2 comentarios

  1. Chon

    Muy bueno querido!! Cada vez escribes mejor 😁

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