Felipe VI se enfrentó a su futuro y se casó por amor. Antes de ser Rey, fue Príncipe y vivía un mundo de príncipes. A quien le guste la historia, sabe que las personas de la realeza tienen una vida distinta a la de los plebeyos. Algunos la verán mejor y otros peor. Es evidente que tiene lujo, exposición pública y que se mueve con unos cánones que no afectan a una familia normal.
¿Cuál era su futuro?
Había dos elementos de su futuro marcados:
Rey
Era el sucesor y, salvo que abdicase, se convertiría en Rey.
Matrimonio
Se casaría con una persona de una familia real de conveniencia para la institución.
¿Qué es lo que realmente hizo?
A lo largo de su juventud tuvo distintas novias, alguna con sangre azul, otras con títulos nobiliarios (que aunque no cumplían completamente con los requisitos tenían los comportamientos esperados) y otras simplemente plebeyas, con profesiones poco regias como, por ejemplo, una modelo.
En 2002, conoció a Leticia Ortiz, una periodista de televisión, y según cuentan las crónicas sociales, iniciaron una relación amorosa. Y parece que la cosa fraguó y decidieron casarse.
Se montó el escándalo
Solo tenía que hacer dos cosas: una era aceptar su coronación y otra casarse con una princesa. De lo primero, estaba a la espera y de lo segundo… un «0 como una casa».
Leticia sería aceptada sin problemas en cualquier familia normal, pero no cumplía con los requisitos impuestos para la Familia Real. Veamos qué cumplía y qué incumplía.
- No tener sangre real.
- Estaba divorciada.
- Persona con vida pública (esto no sabemos cómo lo valoraban).
- Familia con profesiones comunes (el abuelo, por ejemplo fue taxista).
- Madre sindicalista.
- Padres también divorciados.
- Tenía una base cultural buena (periodista y máster).
- Hablaba bien inglés.
- Estaba enamorada del príncipe (condición para el Príncipe pero no para el resto).
Según cuentan, incluso en una serie, el Príncipe dijo que él se iba a casar por amor. En una familia común, eso es lo normal, pero no en una familia real, donde los matrimonios son de conveniencia.
La frase sobre que se iba a casar por amor tiene mayor significado cuando se analiza desde el presente.
Esta decisión no fue bien vista en Palacio y provocó discretas discusiones (a gritos) y en aquella negociación, ganó el Príncipe frente al Rey: si no me dejan casarme con quien quiero, rechazo mi opción a ser Rey.
Que abdicase el heredero no era viable y el principe Felipe ganó la batalla. La ganó por dos motivos:
- Prágmático. No hay forma de generar un nuevo príncipe o princesa (sus hermanas ya se habían casado con plebeyos). Además, la institución, aunque tenía buena salud, siempre tiene personas contrarias a su existencia. Removerlo mucho podía generar más problemas.
- Moral. La afirmación «yo me casaré por amor», puede implicar un reproche moral, pues probablemente la frase indicaba que no iba a imitar el comportamiento de sus padres.
Hasta aquí, ya hemos explicado la primera parte: el príncipe Felipe se enfrentó a su futuro y lo modificó. Estaba predestinado a ser Rey y lo consiguió, pero se casó con la persona que amaba sin ser de una Familia Real.
¿Es un fenómeno solamente real o también de plebeyos?
Es un fenómeno típico que ya hayan predestinado nuestro futuro, en la profesión que vamos a ejercer:
- Tu serás abogado, como tu abuelo y tu padre. Está bien, te facilitan el camino, pero quizás ese camino no es tuyo porque tú quieras ser actor, por ejemplo.
- Somos la 5ª generación de panaderos en el pueblo.
- Toda la familia está afiliada a un partido político y yo tengo ideas contrarias.
En definitiva, si tu abuelo levantara la cabeza, esperaría que siguieras su camino y no es relevante cuál es tu propio camino. Si te quieres salir del camino asignado, tendrás que enfrentarte. Y puede que haya gente que deje de hablarte.
En todas las familias cuecen habas
Cuando ves una institución por fuera, ya sea una empresa, una familia, una organización, emiten una imagen tirando a idílica. Cuando las conoces por dentro, descubres que hacen cosas bien y otras cosas mal. Deja de ser idílica, para convertirse en corriente, en normal. En cada familia (concepto amplio), hay al menos un miembro que se sale de esa imagen idílica. En algunos casos lo esconden y en otros conviven públicamente con ello.
Pongamos algunos ejemplos:
- Hace muchos años, si tenías un hijo síndrome de Down, se le escondía o encerraba.
- En los años 80, quién tenía un hijo drogadicto, tambiñen intentaba ocultarlo.
- Los embarazos no deseados, son otro ejemplo típico de algo que se intentaba ocultar.
¡Qué van a decir los vecinos, por favor!
Pues esos y muchos más, son las habas cocidas o las ovejas negras o descarriadas.
Yo me casaré por amor
Esa frase escondía mucha más información. Según las crónicas generalizadas, el rey Juan Carlos I y la reina Sofía no hacían vida marital y desempeñaban un papel institucional, pero sin que existiera una relación amorosa. De cara a la institución era una imagen perfecta, con sonrisas y miradas y dentro de Palacio vivían separados, como compañeros de trabajo.
Los adultos, desconozco como lo llevarían, pero los hijos, que estaban integrados en la sociedad, probablemente lo llevarían con una gran disonancia. Y parece que Felipe VI no quiso repetir el modelo de sus padres.
El matrimonio incluye la parte representativa y la parte emocional. Felipe VI ha roto con la historia, pues el comportamiento de su padre es el «normal» dentro del colectivo de reyes. La historia está llena de amantes e hijos bastardos reconocidos y no reconocidos.
Imagen pública e imagen privada
La imagen publica de las instituciones tiende a ser impoluta, no hay problemas, funciona correctamente y nunca hemos roto un plato. Lo que pasa por dentro es otra realidad.
El problema es que creemos que el resto son perfectos y nosotros no. La gente tiene inseguridades, no sabe que hacer en multitud de ocasiones, se pone de los nervios y nosotros vemos la imagen externa pulcra. Este meme lo explica muy bien.
¿Qué significaba la frase «La reina es una gran profesional»?
A ciencia cierta no lo podemos saber, pero parece que quiere decir que a pesar de las relaciones extramatrimoniales del Rey ella hacía su papel de cara al exterior de manera profesional. Comprende que ese es su trabajo y lo hace muy bien.
Lo cierto es que para su hijo, no le pareció un modelo ni su padre, ni su madre (no es lo que quiere para su reinado) y, en definitiva, lo que hicieron sus reales antepasados.
Resumen
- En muchas ocasiones nuestro entorno nos marca el camino a seguir.
- Es más fácil seguir el camino que salirse del camino.
- Seguir el camino, aunque más fácil, no asegura la felicidad individual, sino la continuidad de una tradición familiar.
- Si te quieres salir del camino, prepárate a luchar, no te lo pondrán fácil.
- Hay momentos en los que, para que las cosas pases, hay que plantarse o dar un golpe en la mesa. En ese caso, evalúa las consecuencias y tu capacidad para afrontarlas.
- La imagen externa de las personas y los grupos suele ser más positiva que su imagen interna. Tendemos a cuidarla y a protegerla.
- En todos los grupos de personas suele haber problemas y se cuecen habas pero esa información solo la sabe el que está dentro.
- Valorar en su justa medida lo que tienes también es eso, comprender siempre hay pros y contras, casi nunca nada es perfecto y eso es lo normal.
- Hacer las cosas como quieren los demás a veces es hacer las cosas mal. Ser una oveja negra puede ser el mejor camino.
- Como diría en facebook «La vecina rubia» si en tu familia no hay una oveja negra, es que eres tu.
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Aviso
Esta entrada no entra a valorar ni el papel de la monarquía ni sus miembros. Únicamente utilizamos ejemplos públicos para facilitar la comprensión de conceptos.
Si alguien se siente ofendido, de partida nos disculpamos y solicitamos que la participación en los comentarios se limiten al ámbito de este blog, el Emprendimiento Vital.
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