En primer lugar, por cómo lo escribe. Es un monólogo en el que narra su vida junto a su mujer. Literariamente es una maravilla.
En segundo lugar, porque es un panegírico y en estos tiempos donde la crítica es la base de la mayoría de las lecturas, resulta reconfortante ver como una persona elogia a otra de esa manera.
En tercer lugar, porque permite entender el amor desde un punto de vista más reposado, qué puedes significar para la otra persona. Todavía más curioso si como le definen, Delibes era una persona depresiva y huraña.
En definitiva, una demostración de amor maduro y la expresión de veneración hacia una persona.