La historia de Marta, que cuando ganó creyó que perdía

Hace unos años conocí a Marta. Una persona a la que le sonrió la vida pero no fue capaz de darse cuenta. El nombre de Marta es fictício, la historia no.

Empezamos la historia

Marta compró, junto con su novio, una casa en su pueblo. Ambos trabajaban, ganaban dinero suficiente y se compraron una casa de 120 metros muy bonita. Lo digo porque estuve viendo para comprar allí y las conozco. He de decir que en ese pueblo, a parte de pisos y casas de pueblo típicas, lo normal es tener un adosado o un chalet.

Bueno, se compró el piso antes de la crisis del 2008 y le costó en torno a 200.000€. Con los salarios de la época y la facilidad para conseguir crédito hizo lo que todos. La decoró, compró muebles y todo iba bien.

No continuó tan bien

Con la crisis, el novio perdió el empleo. El novio, no recuerdo bien su profesión pero tenía un buen sueldo. Entiendo que asociado a la construcción. En este pueblo, muchos perdieron el trabajo y se vieron en situación similar.

Marta, también perdió el trabajo. Posteriormente consiguió otro, pero los salarios habían bajado mucho y con un único sueldo bajo, no daba para pagar todos los recibos.

Dejaron de pagar la hipoteca y el banco les reclamó el pago de las letras.

Además, su casa, que fue comprada a precio caro en esa época, bajó su valor y se vendía a 85.000-90.000€. Aunque vendieran su casa deberían todavía la misma cantidad.

Si no recordamos mal, habían pagado unos 30.000-35.000€.

Cuando nos contaba su situación no aguantó el llanto y se puso a llorar.



RESUMEN DE LA SITUACIÓN

Precio del piso: 200.000€

Deuda pagada: 30.000-35.000€

Valor actual del piso: 85.000-90.000€

Con letras reclamadas sin pagar



El banco fue restacatado

Pero no sólo Marta estaba endeudada hasta las cejas, también su banco lo estaba y fue rescatado. Y en este momento cambió su suerte. A cambio de la inyección de fondos se exigió diesen soluciones viables a sus clientes.

En el caso de Marta, tras analizar su situación, les propusieron un alquiler social. Si no recuerdo mal eran 150€ a cambio de perder el piso y condonarles la deuda. Se quedaban sin piso, perdían todo lo invertido pero podían seguir viviendo en él durante un tiempo por un alquiler bajo que se podían permitir.

Reacción de Marta

Marta era una persona derrotada, hundida que pensaba que lo había perdido todo. Como podía, reiniciaba su vida. La situación de su novio era peor. Llevaba 5 años en paro y con una depresión de la que no levantaba cabeza. Es posible que después de hablar con nosotros se diese cuenta del error en el enfoque y se sintiese liberada y feliz. ¿Por qué?

Marta tuvo suerte con no poder pagar su casa

Marta no se paró a echar números.

  • Se equivocó al comprar la casa tan cara. Es verdad que seguía la tendencia, pero la realidad es que había comprado una casa que no valía su precio.
  • Había pagado poca hipoteca. Le quitaron la casa cuando había pagado poco, por lo que la inversión real fue de 30.000-35.000€ y tenía una deuda de 165.000-170.000€.
  • La casa estaba valorada, durante la crisis en 85.000€-90.000€. Hoy, años después, revisando en Idealista están a 100.000 en el anuncio. Sería raro no poderla comprar por 95.000€.
  • Eso implica, que cuando habamos su casa tenía una hipoteca sobrevalorada en unos 80.000€ que hubiera tenido que pagar para no quedarse sin lo invertido.
  • Tiene un alquiler muy bajo que le permite vivir con su sueldo.

Cómo finaliza la historia

Cuando terminamos de hablar con ella y le dijimos que qué suerte había tenido no terminaba de darse cuenta, pero en sus ojos y su sonrisa delataban un cambio. No he vuelto a ver a Marta, pues trabajaba en una tienda a la que ya no voy, pero puede que con ese cambio de visión piense que les ha cambiado la suerte.

Conclusión

Qué no salgan los planes como esperabas no es necesariamente malo. En el caso de Marta, tuvo mucha suerte al tenerla mala. El error fue una mala compra. La única opción que tenía era deshacerse de la misma.

Al ocurrirle cuando habían pagado poco de la casa, perderla era beneficioso. Se han quitado unos 165.000€ de deuda adquirida por un piso que no valía ni 100.000€.

Por otro lado, se aseguraron por unos años un buen alquiler y hay que contar en esos 30.000-35.000€ los años que vivieron en la casa, a modo de alquiler.

Cambio de escenario

Marta se quedó en el escenario inicial y no fue capaz de analizar el escenario actual. Eso es muy frecuente no solo en la vida personal sino en la empresarial.

Hay empresas que fueron rentables y que no lo volverán a ser porque cambia el entorno, tecnología, necesidades de los clientes. Hay veces que cuando deja de ser negocio la mejor opción es cerrarla.

En el mundo laboral también le puede ocurrir a los empleados. Puede que la empresa en la que fuiste muy feliz haya cambiado y te merezca la pena buscar otro trabajo. Si te empecinas puedes continuar años y años en un trabajo que no te agrada, bloquea tu carrera laboral o te convierte en una persona triste y gris.

Deja un comentario

Las noticias más actuales

Suscríbete a nuestra Newsletter

Recibe nuestras novedades en tu correo