Cómo romper con la inercia

Hay veces que la vida nos dirige por unos derroteros de los que luego nos arrepentimos, pero la mayoría de las veces los resultados no son tan malos. Te mueves en un entorno y tiendes a hacer algo similar a los demás. Si has nacido en un lugar concreto, en una familia concreta, en un colegio concreto, con unos amigos, vecinos, compañeros de trabajo… y así podríamos seguir con muchos más entornos, tendemos a hacer cosas similares. Cada uno de esos entornos, que muchos están interrelacionados, tienen sus modas o comportamientos más repetidos y esperados. Si realizas ese comportamiento estás bien visto y valorado y si no lo haces se sorprenden, lo ven con malos ojos e incluso puede llegar al rechazo. Más fácil de comprender con ejemplos.

Cuando era joven, los tatuajes eran de personas de «mal vivir», marineros, expresidiario o legionarios. Era poco frecuente tener un tatuaje y estaba mal visto.

Actualmente, rara es la persona joven que no los lleva y quién no lo lleva casi queda como raro.

En mi entorno lo normal era normal estudiar el bachillerato y luego una carrera. A FP iban los que no podían seguir el nivel del bachillerato.

Donde vivía un amigo, lo normal era dejar los estudios o hacer FP y quien estudiaba bachillerato era un tipo raro.

Hay empresas familiares que llevan varias generaciones trabajando en la misma y esperan que los hijos hagan lo mismo. Se les va incorporando a la empresa para que la vayan mamando desde pequeños.

Reciben muchas presiones para trabajar en la empresa familiar, aunque no sea su ilusión.

Actualmente si tienes muchos hijos y a edad temprana está mal visto. Es raro, poco frecuente y no se entiende bien por qué se meten en ese lío.

En los años 60 existían los premios de natalidad, la familia numerosa empezaba se consideraba con 4 hijos. Tener muchos hijos estaba bien valorado.

Con estos ejemplos vemos como el entornos nos va iluminando el camino.

Metáfora del camino iluminado

La metafora nos indica que hay caminos sobre los que nos es más fácil circular. Son autopistas en lugar de caminos de tierra y, además, pueden estar iluminado y ver claramente lo que tienes que hacer y cuando te viene una curva o mal iluminado. En los caminos mal iluminados no sabemos que es lo que nos viene y hay que ir más lentos o asumir más riesgos. Por último, para algunas carreteras tenemos un mapa y para otras no. Atendiendo a todo lo anterior nos influye:

  • Tipo de vía. Una autopista es más fácil, rápida y no tiene obstáculos. En cambio un camino de montaña es lento, tortuoso y difícil de conducir. A quien le gusta conducir prefiere ir por el camino de montaña.
  • Iluminación. Con una carretera bien iluminada tenemos claro cuales serán los obstáculos y podemos planificar las siguientes acciones mientras que en una mal iluminada tenemos que atender a los obstáculos y andar con mucho más cuidado.
  • Mapa. El mapa nos dice qué camino tenemos que seguir para llegar a nuestro destino. Podemos incluso predecir cuando llegaremos, cómo, y reservar un hotel. En cambio, sin mapa, no sabemos lo que nos vamos a encontrar, por lo que no se puede planificar mucho.

Hay personas que toda la vida van por autopistas iluminadas y consultando el mapa. Por lo general, son modélicas en sus entornos y deberían tener, por tanto, una vida fácil (o más fácil).

Incluso, siguiendo lo que hace tu entorno, puedes llegar a buen puerto sin saber realmente que quieres en la vida. Llegas allí por la inercia del entorno.

Romper la inercia

El libre albedrío nos permite tomar decisiones personales pero una son más fáciles de tomar y, sobre todo, de ejecutar.

El entorno y nuestros actos nos van iluminando un camino pero no es obligatorio tomarlo. Hay otros posibles. Romper la inercia no es fácil, no es cómodo pero si puede ser beneficioso y divertido. Veamos algunos motivos por los que romper la inercia:

1. Tengo claro lo que quiero hacer

Puede que el objetivo que tiene en la vida, quién quieres ser y qué quieres hacer sea muy distinto que el que tienen planificado para ti. En este caso, cambia el destino del mapa. Pensemos en Jesús Calleja. Tenía una vida marcada. Era peluquero, con su hermano, en un pueblo de León. Se podía ganar la vida, ir a la montaña en el fin de semana, tener su casa y montar su vida. Pero su pasión por la actividad y la montaña le llevaron a cambiar el objetivo y modificar el mapa u hoja de ruta. ¿Fue fácil? Imagino que mucho más difícil que mantenerse en su peluquería.

2. Tengo claro cómo quiero hacerlo

Cuanto más claro el mapa (o plan de acción), más fácil. Hay caminos ya explorados que se sabe como llegar pero en otros casos eres pionero/a y no sabes cuales pueden ser las consecuencias. Hace unos años trabajar haciendo videojuegos era complicado ahora hay hasta formación reglada. Si conoces personas que han hecho el mismo camino antes te pueden ayudar a aclarar las ideas sobre cómo diseñar tu mapa.

3. Salirte de la autopista

Si para llevar la vida que tu quieres puedes ir por la autopista iluminada y con mapa es que sigues la inercia. No es malo, pero no es objeto de esta entrada. Hablamos de otras tomas de decisiones que nos hacen la vida más complicada. Tomar un camino poco recorrido o sobre el que tenemos menos ayudas. No hablamos del divorcio en 2021 sino cuando se aprobó en 1981. Hablamos de dejar la empresa familiar de 3 generaciones para dedicarte a ser actriz o montar una empresa cuando tienes un puesto de trabajo en una multinacional. Tienes el camino fácil y te lo complicas para ser lo que quieres ser.

4. Incertidumbre

Tiene que ver con la iluminación de la carretera. No siempre es fácil saber si los pasos que estás dando son los adecuados y te llevan a tu objetivo. Suele coincidir que cuando enfilamos la solución, nuestra percepción sea más negativa, porque todavía no tenemos resultados. Si no tenemos indicadores de que vamos en el buen camino nos cuesta más hacer ese cambio de inercia, dudando y volviendo a la situación inicial.

Ya tenemos los principales obstáculos para romper la inercia, pero ¿Qué podemos hacer?

Cómo romper la inercia

Hay algunas medidas que te ayudarán a salirte del camino y hacer la vida que quieres:

Ideas claras

Cuanto más claro tengas lo que quieres ser o hacer más fácil te resultará conseguirlo. Dedica tiempo a definir lo que quieres (o al menos lo que no quieres).

Planifica

Intenta diseñar lo que tienes que hacer para conseguir tu objetivo. Puedes acudir a personas expertas, a quién ha vivido ya la experiencia o, al menos, personas con criterio. Un buen plan reduce esfuerzos e incertidumbre.

Si planificar es muy difícil, al menos tienes que tener claro que quieres conseguir y marcar los primeros pasos.

Apuesta fuerte

Las medias tintas no suelen llevar a termino los intentos. La inercia y los vientos favorables del entorno te harán volver a la inercia.

Parece muy radical, pero quemar naves es una posibilidad, dificultar la vuelta atrás. Romper con el pasado. Cuanto más fuerte sea la apuesta más lucharás por conseguirlo y más caro te costará arrepentirte. También mayor puede ser el golpe.

Disfruta del camino

Cuando le ponemos tantas ganas a conseguir un objetivo o un cambio de vida puede que nos olvidemos de lo que nos ofrece el camino. Los caminos lentos y tortuosos tienen otras vistas, otros olores, otro tacto del que podemos disfrutar. Al menos aquí se encuentra el 50% del disfrute, no te lo pierdas.

Ejemplo para cambiar la inercia

Es típico que sepamos que queremos hacer ciertos cambios pero hacemos intentos infructuosos y desperdiciamos energías y esfuerzos sin conseguir objetivos. Veamos un ejemplo sobre salud.

Vida más saludable

Puede que tengas un trabajo estresante, compromisos sociales, obligaciones familiares, fines de semana repletos de actividades y eso hace que tengas algunos indicadores de salud en valores negativos. Sabes que si sigues así tendrás problemas de salud, te avisa tu médico, pero no sabes como salir de esa espiral. En muchos casos se resume en: dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio y tener tiempo para desconectar. Lo que denominan los círculos de la vida saludables.

Para todo ello el voluntarismo tendrá poco éxito. Pronto la inercia te reclamará. Puede que tengas que juntarte con personas que llevan una forma de vida más sana, apuntarte a clases de algo que te permita relajarte, cambiar de puesto a uno más tranquilo, o decidir que necesitas más tiempo y otros tendrán que hacerse cargo de actividades que tu realizas. Si todo no cabe hay que hacer que quepa y tendrás que sacar actividades.

Y eso implica conflicto

Todos reclaman su espacio, tu tiempo y no va a ser fácil que el entorno lo acepte ni que tu lo lleves bien, pero con el tiempo todo se ajusta.

Esa aseveración es tan cierta que cuando a una persona acaba teniendo la enfermedad que pretende evitar, como por ejemplo, un infarto, el entorno encuentra la forma de reajustarse.

Por tanto, una ruptura de inercia requiere un plan que sustituya los comportamientos poco saludables por los saludables. Para que eso ocurra, tendrás que hacer cambios que generan conflicto. Para conseguir un entorno facilitador para conseguir:

  • Tiempo para hacer cosas que son saludables.
  • Dejar de hacer cosas que no son saludables para tí.
  • Tomar decisiones con consecuencias.
  • Perder algunas cosas que te gustan.

En resumen, hay algunas inercias que nos llevan por caminos que no queremos y para cambiarlas tendremos que hacer cosas diferentes que nuestro entorno tenderá a que no hagamos y esto nos llevará a tener que afrontar algún tipo de conflicto. Con una motivación fuerte y un plan claro nos resultará más sencillo. El saber que estás haciendo esfuerzos por algo positivo y dirigir tu vida será satisfactorio intrínsecamente, independientemente del resultado.

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Si este es tu caso o el de alguna persona cercana, podemos ayudarle.

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