¿Es normal este calor?

Nos hicimos esta pregunta y hemos buscado para responderla. No desde un punto de vista meteorológico, sino basándonos en la estadistica. No queremos entrar en conceptos que requieren mayor conocimiento pero partimos de la siguiente idea o hipótesis:

Este calor, no es normal.

Nos dedicimos a comprobar si estadísticamente es real.

Fuente de datos

Navegando por internet encontramos que se puede recoger información de las distintas estaciones de medición meteorológicas. https://datosclima.es/Aemethistorico/Estaciones.php Tomamos la estación de Toledo, que es la que mejor representa la zona donde vivimos y todo el rango de datos, desde el 01/02/1982 al 25/06/2022. Tenemos datos de 2480 días.

En el listado aparece el día, temperatura máxima y temperatura mínima. Esa es la fuente de datos.

Los siguiente era trabajar la información.

Primeras decisiones

Ya que queremos comparar la información, necesitamos agruparla. El criterio que hemos tomado es dividirla por siglos. Un primer bloque del siglo XX (1982-1999) y un segundo bloque del siglo XXI (2000-2022). Aunque no es del todo cierto porque el 2022 no está completo y se elimina para contar las olas de calor. Este criterio es arbitrario, podríamos utilizado otro.

El segundo criterio ha sido seleccionar los meses de julio y agosto para medir las olas de calor. Esto viene de la definición y, por tanto, nos basamos en base científica para utilizar el criterio.

En resumen, revisando el concepto de ola de calor hemos seleccionado los datos de los meses de julio y agosto del rango de 1982-2021. La fuente no incluia estos datos de 2022.

Para el análisis estadístico de los datos utilizamos la prueba de diferencia de medias. Esta nos marca si, las diferencias entre dos medias, teniendo en cuenta una muestra, son diferentes estadísticamente. Para ello utilizamos la prueba t de Student para dos muestras suponiendo varianzas iguales, alfa = 0,05.

Al comparar las muestras, la prueba te da un valor crítico que si se supera por el estadístico t, se entiende que las muestras son diferentes.

Temperatura media

Hemos empezado a trabajar con las máximas y dividido los datos en siglo XX y siglo XXI y encontrando los siguientes valores.

Media Temperatura Máxima:

  • XX: 34,2ºC
  • XXI: 35,0ºC
Estadístico t: 5,7 > Valor crítico de t (una cola) 1,6. Por tanto, es significativa la diferencia de medias.

Son 8 décimas en 20 años. Pero… ¿Es significativo?

El resultado es que sí de una forma rotunda. Eso quiere decir que esas 8 décimas de diferencia no se deben al azar de la muestra sino que marcan dos realidades diferentes.

Lo mismo ocurre con los datos de la Media Temperatura mínima.

  • XX: 18,6ºC
  • XXI: 19,4ºC
Estadístico t: 6,9 > Valor crítico de t (una cola) 1,6. Por tanto, es significativa la diferencia de medias.

Aparentemente, 0,8ºC no se notan. Del 24,0 a 24,8 es un cambio aceptable. Dependiendo el año, ni se nota. Lo cierto es que la elevación de las temperaturas no tienen ese comportamiento, sino que no se traslada la subida de una manera lineal, sino con fenómenos diferentes. Uno de los fenómenos son las olas de calor.

OLA DE CALOR

Según AEMET, se refiere al período de al menos tres días consecutivos en que al menos el 10% de las estaciones meteorológicas consideradas registren temperaturas ambientales por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.
Como tenemos datos desde 1982, no nos podemos ceñir a la definición con exactitud. Y, además, nos basamos en una única estación. En fechas es más corto pero en estaciones metereológicas es más exigente.

Centil 95

Para empezar, sacamos el centil 95 para cada periodo en esa estación metereológica.

  • XX: 39,4ºC
  • XXI: 40ºC

Eso implica que si utilizásemos datos más actuales tendríamos que subir 6 décimas.
Para el siguiente análisis utilizamos el valor 39,4ºC. De esta forma el siglo XX tendría mayor cantidad de datos.

Media de días

Seguimos jugando con los datos. Si tomamos la media de días al año con 39,4ºC o más tenemos que:

  • XX: 2,7
  • XXI: 4,5
Estadístico t: 1,8 > Valor crítico de t (una cola) 1,6. Por tanto, es significativa la diferencia de medias.

Por bloques, también parece que hay diferencias. Se puede decir que estadísticamente en el bloque siglo XXI hay más días susceptibles de ola de calor. Es verdad que hay años más cálidos que otros, como por ejemplo 1991 con 12 días de más de 39,4, pero en el conjunto de años, se diluyen. Este año 2022 probablemente batiremos records.

Olas de calor al año

Recordemos, la ola de calor requiere 3 días seguidos o más de 39,4ºC. Nuestro criterio es más exigente porque nos centramos en una estación, no en que se cumpla en el 10% de ellas. El promedio de olas de calor al año es:

  • XX: 0,39
  • XXI: 0,45
Estadístico t: 0,26 < Valor crítico de t (una cola) 1,68. Por tanto, no es significativa la diferencia de medias.

Los resultados concluyen que no hay una diferencia de medias significativa, es decir, este dato no cambia lo sufiente para que los datos sean estadísticamente distintos. El número de olas de calor al año no es la explicación.

Número de días seguidos de calor

El último dato es un poco raro. Trabajamos con el número máximo de días seguidos con 39,4ºC en un año. Dicho de otro modo. Si tenemos en un año hay 2 días seguidos en Julio y 4 en agosto, ese año sumaría 4 días seguidos.

Pues bien, con este criterio los resultados son:

  • XX: 1,8
  • XXI: 2,8
Estadístico t: 1,6898 > Valor crítico de t (una cola) 1,6859. Por tanto, es significativa la diferencia de medias. 

Por muy poco, pero es significativo. Lo que significa es que hay más días seguidos de calor que antes. Unido al dato anterior, no hay más olas de calor pero si son más largas.

Reflexión

Tomemos las información que tomemos estadísticamente se puede demostrar que las mediciones en la estación de Toledo son más bajas en el siglo XX (1982-1999) que en el siglo XXI (2000-2021).

Esto se traduce en que hace más calor y los días de calor extremo son más y están más seguidos.

Es verdad que hay años, como 1991 que fueron muy calurosos, pero la tendencia es clara.

¿Por qué hacemos este pequeño estudio?

Para tomar decisiones necesitamos información fidedigna y no siempre hace falta acudir al máximo experto/a para conseguirlas. Muchas veces tenemos que acudir a fuentes oficiales o fiables, comprender los conceptos y recopilar la información.

Este estudio explica si la sensación de tendencia de subida de temperaturas es real según los datos o no. Lo segundo, también ayuda a comprender el problema. Siempre hubo un año que hizo mucho calor, o el de la Filomena con temperaturas de -13ºC, pero no explican el fenómeno.

Estas acciones nos permiten salirnos de los sesgos que nos da la memoria o de la distinta forma de percibir el entorno por la edad, circunstancias o emociones.

¿Se puede decir con estos datos que hay cambio climático? Si queremos ser serios no. Para eso si necesitamos a los expertos/as con análisis científicos.

¿Entonces?

Este estudio ejemplifica dos situaciones a la hora de analizar un problema y afrontarlo.

  • Lo primero que tenemos que hacer es comprenderlo y, para ello, a veces es necesario saber buscar información y analizarla hasta el nivel de nuestras capacidades y no dejarse llevar por lo que le pasó a mi amigo. Hay mucha información que podemos consultar y dedicándole un poco de tiempo tendremos clara la situación.
  • Pero también hay que ser humildes y reconocer que no siempre estamos capacitados para ese análisis. Hay expertos que llevan toda la vida estudiando un tema y , a partir de cierto nivel de complejidad, su opinión es necesaria para comprender la situación y sus propuestas más acertadas. Por tanto, hay un punto donde tiene sentido acudir a personas expertas.

¿Hace falta un electricista para cambiar una bombilla?¿Y un enchufe?¿Y el cuadro eléctrico?

Pues con el resto igual.

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