Si mis cálculos no fallan, hoy es el día 683 de la guerra de Ucrania. Cuando inició la guerra, me generó bastante impacto. No sólo porque es muy fácil identificarse, vinieron ucranianas a mi pueblo o conozca a algún ucraniano que vive en España, sino porque podía ser el principio de algo más importante. Lo siento, cuando una potencia militar amenaza con la bomba nuclear y pega un bombazo a una central nuclear tiendo a poner todas las alertas.
Pasa el tiempo
Pasado el tiempo, deja de ser noticia o aparece en cuentagotas. Pasó con otras guerras cruentas. Por mi cuenta, sigo informándome por medios secundarios. Algunos podcast hablan sobre la situación de la guerra. Parte desde un punto de vista militar y parte por periodistas que tienen una visión más general y sobre estos me quiero centrar en uno.
Diario de Ucrania
Diario de Ucrania es un podcast de RTVE Podcast. En él, semanalmente hablan sobre temas de actualidad de la guerra y sobre aspectos más humanos de las personas que la sufren.
Muchas personas plantearán que está sesgado hacia el lado de Ucrania y posiblemente sea así, pero seguro que te aportará una visión. Tratan los temas con seriedad y ayuda a comprender las repercusiones de la guerra en una población que está ajena a los motivos y decisiones por las que empezó, continúa y parece que se alargará la guerra.
Sí, podría ser yo
Es más fácil empatizar cuando podrías ser tu. ¿Qué me ocurriría si fuera ucraniano?
En mi caso soy varón y tengo menos de 60 años. Hay dos cuestiones por defecto que me afectarían:
1. Ley Marcial
La ley marcial impide a los hombres ucranianos entre los 16 y los 60 abandonar el país durante la guerra. Luego, por ley, no podría salir del país. No todos la han cumplido porque hay parte que ha decidido huir. Parece que ha ocurrido tanto en Ucrania como en Rusia. Tal vez, si hiceran las guerras voluntarias y bajo una reflexión tranquila muchas personas no combatirían.
2. Reclutamiento obligatorio
Además de quedarte en el país, tienes que estar disponible. Si tienes entre 27 y 60 años puedes ser movilizado por el ejercito.
Yo, con 52 años, estaría en el frente o esperando a la llamada, separado de mi familia y sabiendo que mi participación no resolverá nada, que eres carne de cañón y que al menos estás vivo. Con 52 años, descreido de las grandes causas me temo que sería capaz de comprender todo el horror que significa una guerra.
¿Por qué sigo la actualidad de la guerra?
Decían en la película de Coco que uno no muere mientras que alguien se acuerda de tí. Es un homenaje inútil que tiene más un valor simbólico interno que práctico. En cualquier caso, estar informado y empático no creo que me cause ningún mal.
No me gusta que me manipulen descaradamente. Estar preocupado mientras que a los medios le interesa y luego olvidarte. ¿Sabes cuando acabó la guerra de Siria? La foto de Aylan, el niño ahogado en la playa nos conmovió unos días. Con el tiempo dejó de ser noticia.
Además, me gusta conocer el costumbrismo de la guerra, cómo viven, cómo se acostumbran y adaptan y cuáles son sus nuevos problemas y necesidades. Una guerra trastoca toda tu visión del mundo y algunas cosas las pone en su sitio. Lo primero, la supervivencia, asegurar agua y comida, contactar con tus seres queridos. Ayuda mucho a reajustar las prioridades y los problemas propios.
Lo mismo que cuento de los ucranianos, aplica a los jóvenes rusos que van obligados a luchar con los que ayer eran sus hermanos o primos. Probablemente, si fuera voluntario cambiaría la cosa.
Resumen
Las guerras no son lo que pintan las películas. Esto lo escribiré en otra entrada. Los protagonistas suelen ser jóvenes que, a la vez que se les obliga, se les impresiona con grandes palabras y que muchos pierden o maltrechan sus vidas por causas en las que no han opinado. Lo pintes como lo pintes, serán carne de cañón.