Costumbrismo de guerra

A partir de una conversación con un compañero de trabajo empecé a leer sobre dictaduras y estados totalitarios. Espero que algún día se convierta en un ensayo y lo contaré con menos secretismo. Desde distintos planos he llegado a la guerra, tema que en si mismo no me interesa demasiado salvo el costumbrismo de la guerra. Es decir, cómo se viven en una guerra y cómo cambia la vida desde el punto de vista de las personas que la padecen sin decidir sobre ella. Hay dos libros que, probablemente, hagan un retrato bastante realista del costumbrismo de guerra.

Homenaje a Cataluña de George Orwell

Empecé mi búsqueda con un libro de George Orwell, el autor de 1984 y Rebelión en la granja, entre otros. El libro se llama Homenaje a Cataluña y cuenta su experiencia como Brigadista del POUM en la Guerra Civil española. Además de explicar hechos sobre el bando republicanos básicos para entender los problemas que tuvo, explica de maravilla que es realmente una guerra desde el punto de vista del combatiente.

Básicamente, además de momentos reales de combate, la guerra es hambre, frío, sueño, miedo, piojos y aburrimiento. Al menos una guerra de trincheras. También es compañerismo, atrocidad, generosidad, lealtad y todos los -ad que quieras.

Seguramente la parte militar del libro tiene mucho que ver con lo que están viviendo actualmente en Ucrania.

Línea de Fuego de Arturo Pérez Reverte

Centrada en la Guerra Civil española realmente es un compendio de experiencias propias, contadas y leídas de distintas guerras y situadas en una guerra en concreto y una batalla imaginaria. Su objetivo es contar lo que vive un soldado, lo que percibe, siente y piensa en medio de la batalla. En el libro busca una visión poliédrica, lo más completa posible y la escusa es la Guerra Civil.

Al leerla, me recordaba mucho a la de Orwell, que sí combatió, por lo que su ficción debe ser muy realista.

Personalmente me ha parecido un gran libro sobre el costumbrismo de guerra universal.

Qué implica el costumbrismo de guerra

Aquí pongo algunos ejemplos de costumbrismo de guerra.

Lo primero que llama la atención es la edad. Son personas muy jóvenes, entre 15 y 20 años

En muchos casos, obligados. En los casos voluntarios, sus convicciones con el tiempo van decayendo y el objetivo es sobrevivir.

El paso del tiempo también te hace ver en el jóven de enfrente a otro como tú, empatizas y respetas.

Una persona puede tener comportamientos atroces en un momento y en el siguiente ser una persona compasiva con el enemigo.

Al defender algunas plazas tienes claro que es muy probable que en ese momento mueras y lo asumas como inevitable. La muerte está presente y aceptada.

El valor se vitamina con la obligación. En ambos bandos al que reculaba y huía le pegaba un tiro los de su propio bando. Así es más «fácil» ser valiente. Dejar un único camino ayudaba mucho.

El miedo es un arma de doble filo, pues aunque es desagradable, también engancha el subidón de adrenalina.

Hasta aquí lo esperable

Pero en una guerra de trincheras donde hay pocos movimientos la guerra también es:

  • Aburrimiento. Sin nada que hacer más que estar esperando que algo suceda.
  • Suciedad. Sudor, barro, polvo, polvora.
  • Insectos. Piojos, chinches, moscas y mosquitos que pueden sacarte de quicio.
  • Hambre y sed. Dependiendo del momento y de las comunicaciones puede que tengas que racionar la comida y la bebida. Lo explica muy bien Pérez Galdós en el episodio Bailén.
  • Sueño. Se duerme cuando se puede y no es el entorno más fácil para dormir.
  • Preocupación. Además de por tu vida, por tu familia, amigos, por tus seres queridos.
  • Dudas. De tus creencias de todo tipo, sobre la vida. Tu mundo se ha caído y es absurdo.

Los sentidos

Algo muy bien contado en ambos libros, aunque seguramente mejor el de Reverte es lo que percibes por tus sentidos cuando estas en la guerra.

Igual que dicen que las cárceles tienen un olor especial o cuando entras en un hospital tiene olores y sonidos propios, la guerra ofrece a tus sentidos estímulos distintos:

  • Huele a explosivos, pólvora, suciedad, heces, pises, sangre, putracción, madera quemada, polvo, sudor, grasa.
  • Suena a los distintos explosivos y armas, a quejas y lamentos, a dolor, a canciones y bromas, a susurros para que no te descubran, a pisadas en la noche a explosiones que te aturden o te dejan sordo por un tiempo. También a órdenes, a llantos y a silencio.
  • Se siente dolor, picor, extenuación, molestias musculares en el índice de disparar o por una postura imposible para que no te vean.
  • Calor, frío, humedad, viento, lluvia. La metereología vuelve a tener importancia al estar a la intemperie. Pensemos que muchos luchaban con alpargatas.

Resumen

Y podría seguir. Ambos libros explican la guerra desde dentro y desde el punto de vista de la historia personal. Como cambia la vida de cada uno y, en realidad, como se parecen los unos a los otros.

Quien lleva a las personas a una guerra debería pensarse muy bien sus repercusiones. Que sepamos sólo vivimos una vez y es una pena acabar siendo carne de cañón para causas de otros.

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